La vida como tu medicina

Bienvenida hermosa a este templo virtual, te recibo con un gran abrazo y mucha emoción.

Mi intención es compartirte, desde mi entendimiento, sabiduría y descubrimientos, temas relacionados con:

el desarrollo espiritual y humano
el autoconocimiento
la co-creación de la realidad
la expansión de conciencia
el poder interior
danza medicina
saberes ancestrales
filosofía mística

En este artículo te compartiré como tu vida puede ser la medicina que necesitas o estas buscando.

Para ello, primero te contaré como me di cuenta que mi vida, que la vida misma, es medicina.

Hace casi un año, transite uno de los procesos más difíciles que he vivido hasta el momento. Incluso puedo notar que no me es tan sencillo ponerlo en palabras. Hablo del vivir la muerte y de un dolor en el corazón que me causó un vacío profundo en el alma.

Mientras navegaba ese sentir me llego una propuesta. Fue una pequeña luz dentro de mi inframundo. Un colega filósofo me propuso crearme una página web para mi proyecto, que, de hecho, en esos momentos ya había perdido todo el sentido para mí.

Sus ánimos me motivaron a retomar mi sueño. A reencontrarle un sentido a lo que había estado creando por años. Me dispuse a vivir ese momento como un renacimiento, como mi medicina.

Meditando sobre como llamar a esta creación renovada, me llegó un recordatorio ancestral.

La vida es medicina.

¡Pero claro!

Por muchísimo tiempo, sin haberlo notado, estuve esperando que alguien me diera permiso para brillar, para compartir lo que mi corazón me susurraba, y que me dieran una medicina que sanará todos mis males.

Pero, era en mi vida, en mi día a día, en donde podía darme cuenta, si ponía atención, de lo que necesitaba hacer para transformar cualquier veneno en medicina.

Algunos de los venenos que corren por nuestras venas mentales, emocionales y energéticas son:

sufrimientos crónicos
lealtades inconscientes a historias muy viejas
paradigmas de escases y competencia
la auto desvalorización
desconfianza en una misma
_________________ (coloca aquí tu veneno)

¿y cómo logras hacer la transformación?

Bueno, primero pregúntate, ¿qué entiendes por medicina?

Quizá lo entiendas como algún remedio, herramienta, medicamentos, o intervención externa, algo que te es dado para tu bienestar físico, emocional o espiritual, brindándote sanación.

Pero medicina también es intuición pura, es el saberte sabia, poderosa y capaz de transformar tu vida activando tu propia energía para guiarla hacia lo que necesites y desees. Medicina, desde una visión ancestral, significa poder interno, totalidad (sabernos parte de un todo) y conocimiento (de la naturaleza, los ciclos, el cuerpo, etc.)

Ambas visiones son complementarias.

Cualquier herramienta externa que optemos por utilizar o necesitemos, para buscarnos un balance o bienestar, realmente será efectiva en tanto que la nutras con tu poder interior, con tu medicina interior.

Quizá deseas que tu mente te deje descansar, respira profundo y escucha tu corazón.

Quizá buscas sanarte de algún malestar físico, dirige tu atención dentro de ti para descubrir lo que lo provoca o mantiene.

Eres medicina

Porque solo tú tienes el poder de determinar cómo será tu vida y cómo la vivirás. A través de tu voluntad y tu capacidad de decidir, puedes hacer o no hacer, hablar o callar, moverte o quedarte en la quietud, etc.

Porque tú habitas tu cuerpo, tu mente y tu espíritu, y está en ti el poder y sabiduría para reconocer las necesidades de cada uno de tus cuerpos.

Ese poder habita dentro de ti. Aunque muchas veces, está muy escondido. Oculto en las profundidades de creencias colectivas y familiares, bajo tanto ruido interior y exterior que parece imposible conectar con él.

Lo importante es realizar un acto mágico de decidir descubrir tu poder, tu medicina. Tomando cada experiencia como una oportunidad para aprender, haciéndote amiga de los miedos, transitando momentos de incomodidad, de dolor y, porque no, de mucho disfrute, porque sanar no se trata de sufrir.

Se trata de encontrar formas únicas de reconciliarte con el dolor, con la muerte, con la obscuridad dentro y fuera de ti. Y para embarcarte en esta aventura interna, en ese caminar profundo, no estás sola y no necesitas hacerlo sola.

En este templo virtual te brindo mi acompañamiento para tu corazón y tu alma, sin embargo, te invito también a escuchar a tu corazón para decidir qué camino tomar.