Observar las telarañas mentales que nos creamos es una actividad bastante sutil y hoy quiero compartirte acerca de esta manera simbólica que he encontrado de percibir la sombra de nuestro cuerpo mental.
Nuestra mente es una herramienta maravillosa, es capaz de crear realidades; todo lo que puedes ver, palpar y reconocer en tu realidad ha sido producto de una idea, de un pensamiento.
Y así como podemos tener ideas geniales, en nuestro cuerpo mental habitan también todas esas ideas sostenidas por emociones dolorosas, miedos, resentimientos… ocasionadas por experiencias pasadas de nuestra vida e incluso de memorias ancestrales.
Por lo que en nuestro mundo mental existe esta danza entre pensamientos nutricios (inclinados a crear) y pensamientos dañinos (inclinados a separar), y a partir de ahí, de lo que permitimos que habite en nuestro interior, será como veamos la realidad que nos rodea.
Será como veas tu vida.
La vida puede ser insufrible, o la vida puede ser medicina…
Pensamientos de Separación
Las telarañas mentales son esos maravillosos pensamientos dañinos creando redes, creando una rica capa que nos mantiene cómodas.
Aunque en tu experiencia puedas percibirlas como incómodas, una parte de ti disfruta las emociones provocadas por estos pensamientos.
Verlo como telarañas fue solo una causalidad.
Suelo perderme en mi mente y caer en laberintos de pensamientos dañinos, y cuando me sucede eso es como si cubriera mi mente de telarañas, mi visión queda nublada y desde ahí veo todo, (mi realidad, mi experiencia, mi entorno, las personas involucradas conmigo en ese momento…) a través de la poca claridad que puede entrar entre las capas de telarañas/pensamientos.
Mi realidad esta distorsionada por mi propio sentir, por las emociones que provocan dichos pensamientos.
Las telarañas entre más les permito estar presentes en mi vida, van creando un cómodo hogar que me va alejando de otros sentipensares para reinterpretar la realidad, de otras emociones que me impulsen a ver con mayor claridad.
Cuando caigo en esos momentos en que se activan mis telarañas es como si me separara del mundo, al menos ese que he creado yo, me arranco de la unidad y quedo sola en mi sufrimiento.
Por eso les llamo también pensamientos de separación, pues me dividen del mundo exterior objetivo para sumergirme en ese hogar obscuro que inconscientemente disfruto.
Claro, las telarañas son alimentadas por nuestras propias heridas, por lo que tus telarañas serán una construcción única.
¿Puedes reconocer tus momentos en los que tu visión se nubla, en donde te separas del mundo y solo lo que pasa en tu cabeza pareciera real?
Si es así ¿Qué haces con ello?
Y si no sabes qué hacer, solo respíralos y siéntelos… permite que llegue a ti la respuesta.
Y si no te has percatado de tus telarañas… obsérvate: tu vida, tu andar, tu pensar.
Con cariño
Nancy ✩