Hoy quiero compartirte una segunda entrada en torno al tema de la muerte, como mencione en la primera entrada que también lleva el título “Danzando con la muerte” (si no la has leído puedes hacerlo aquí) este tema es tan vasto que definitivamente siento el deseo y compromiso de tocar todas las visiones que me sean posibles y que vayan llegando a mi camino de vida.
Por lo pronto justo para despedir este mes lunar en el que las celebraciones de día de muertos sucedieron en varias tradiciones, aquí te ofrezco una nueva danza con la muerte, una danza en donde implica atreverse a navegar inframundos.
Nuestro mundo interior profundo (infra-mundo)
La palabra inframundo puede detonar fibras muy sensibles en algunas conciencias y cuerpos, por lo menos en occidente la carga que contiene esta ligada con visiones muy terribles de castigos infernales infundidas por relatos judeocristianos, católicos, etc., aunque no practiques alguna religión en específico, la que sea que predomine en el lugar en el que habites está filtrada de una forma sutil en tu inconsciente, haciendo así que en su mayoría, inframundo, sea una noción ligada con el infierno que colectivamente se relaciona con el mal.
Sin embargo, aquí quiero expandir e ir más allá de esta visión, por un lado considerando el origen de la palabra y por otro apoyándome de las visiones de culturas ancestrales en donde el cielo, la tierra y el inframundo eran parte de una totalidad que hacían que la vida y la muerte danzaran en su ciclicidad natural.
Infra es un prefijo que alude a algo que se encuentra “debajo de” en este caso debajo de un “mundo”, de una totalidad, puedes encontrar que traducen la palabra inframundo como el mundo de los espíritus, esto proviene de cosmovisiones griegas en donde este mundo, el mundo de abajo correspondía al mundo al que llegaban las almas de los trascendidos, mundo regido por Hades, dios de la muerte.
Ahora, si llevamos un poco más profundo esta referencia y la colocamos en nuestro ser, (en el mundo que somos) en tradiciones originarias de américa además de que existe esa misma correspondencia de los 3 mundos, el del cielo, la tierra y el mundo de abajo (el cual está conectado con los espíritus en general, incluidos los de la tierra) se hace también referencia a que el inframundo es por igual la parte más profunda de nuestro cuerpo, las entrañas, los huesos y esto a su vez tiene una correspondencia psíquica maravillosa que en su tiempo nos trajo Jung como el mundo interior oculto, en donde radican distintas partes de nuestra psique, entre ellas la sombra.
Y es en esta parte, en nuestra sombra, en aquello que no vemos, aquello que está “oculto” e incluso aquello que causa terror en la que quiero invitarte a que coloques tu atención y en la que esta danza con la muerte hace referencia.
El Descenso
En diversos mitos se proyecta un viaje que realizan ya sea una diosa, héroe o algún personaje, al inframundo, aquí utilizaré el mito griego de Perséfone y el mito sumerio de Inanna, para expandir nuestro imaginario sobre el inframundo.
Perséfone e Inanna van al inframundo, la primera en contra de su voluntad, la segunda por decisión propia. De manera muy resumida te describo sus viajes.
Perséfone, que también es conocida como la Kore, se cuenta que fue raptada por Hades, dios de la muerte, despojandola no solo de su virginidad sino de la vida como eterna doncella e hija de Hera, por movimientos que realizó su madre pudo hacer un trato en el que Perséfone podría regresar a la superficie durante una mitad del año, que es la mitad del año en el que vemos en la naturaleza los ciclos de primavera y verano, y la otra mitad del año, otoño e invierno, Perséfone regresaría al inframundo a cumplir su papel como reina y esposa de Hades, pues al comer una granada de estas tierras ya estaba condenada a regresar por el resto de su existencia.
En cuanto a Inanna, diosa de los cielos, hambrienta de poder decide bajar al inframundo a visitar/enfrentar a su hermana Ereshkigal, diosa del inframundo sumerio, ésta al saber que Inanna bajaría la hace pasar por distintos portales en lo que va despojandola de su poder manifestados en sus joyas y vestimenta, hasta que finalmente llega ante ella desnuda, vulnerable y moribunda, así Ereshkigal, sumida en su dolor y poder, decide llevar a su hermana a la profunda obscuridad y a la muerte. Tres días después con la ayuda del dios de las aguas Inanna es resucitada y regresa a la superficie.
Algo muy poderoso e importante de vislumbrar aquí es que las figuras que son representadas como el terrible dios Hades, que raptó a Perséfone, y la terrible diosa Ereshkigal, que dio muerte a su hermana, en realidad pueden ser entendidas como aspectos internos de las protagonistas. Aquí abajo te explico esto.
Trip interpretativo:
Una de las versiones interpretativas del mito de Perséfone con el que más he resonado proviene del trabajo de integración de sombra de Carolyn Lovewell quien en su libro “Existencial Kink” comparte que antes de la existencia de los dioses y diosas conocidos en Grecia (antes de Hades y Perséfone) existía la Kore, ella era la diosa de la muerte, diosa completa, omnipotente y corazón (core) de todo lo que existía. Ella al desear experimentar otra cosa más allá de la completitud decide dividirse a sí misma en luz, representada como la doncella (kore) Perséfone y en obscuridad, representada como Hades, el dios de la muerte, por lo que una forma de ver la existencia de Hades es como una parte inconsciente de esta diosa.
Así es posible ir más allá de la acciones descritas en el mito y ver toda la experiencia vivida por Perséfone como un rito de paso para integrarse con su propia obscuridad, con su propio ser, y algo que resulta fascinante es el consumo de la granada, ese fruto del inframundo del cual se relata que la condena a permanecer ahí, bien pudiera ser un fruto sagrado que contiene la semilla de la memoria (y en sí son las semillas las que consume) brindándole así la memoria ancestral de su ser completo, permitiéndole recordar su origen como la Kore y así asumir su rol como la reina del inframundo y no como una víctima, pues en ella habita esa obscuridad (que fue creada por ella misma) bajo el rostro de Hades.
En cuanto a Inanna, esta diosa que se le describe poderosa, hermosa e incluso frívola, deseando más poder desciende al encuentro de su hermana, sí, similar a lo que Hades fue para Perséfone, Inanna desciende a un encuentro con su propia obscuridad, con su propio dolor, sufrimiento, rabia y desesperación, para ello cada portal va despojándola de las capas superficiales con las que ocultaba su vulnerabilidad. Ereshkigal la representan como la diosa de la muerte, cruel, sanguinaria… pero también como vasija del dolor del mundo, dolor por el cual sufre, dolor por el cual es cruel, porque nadie la escucha ni la acompaña.
Y así es nuestro dolor, rabia, sufrimiento, etc., cuando no es atendido por nosotras mismas, con el paso del tiempo, va colándose a nuestra vida en reacciones, en conflictos, en crueldad, no siempre hacia el otro, sino hacia nosotras mismas también, y así accionó Ereshkigal con su hermana, con toda su furia y poder la mato, colgando su cuerpo en la pared, hasta que llegaron unos pequeños seres enviado por Enki, el dios de las aguas, a los cuales les pidió escuchar a Ereshkigal y responder a su llanto, así como compartirle una gota de agua en su corazón, es decir, una gota de compasión, de escucha, de presencia… y eso hablando su coraza, permitiéndoles a los pequeños seres llevarse el cuerpo de Inanna, al cual le compartieron también una gota del agua sagrada en su corazón, pudiendo así regresarla a la vida. Inanna regresa a la superficie y a su vida, con los secretos y sabiduría de la muerte, los cuales pudo obtener al vivir su propia muerte y reconocer su obscuridad.
El viajar a nuestro inframundo muchas veces nos lleva a dejar morir, en vida, a una existencia para nacer a otra, dejar un estado para habitar otro, dejar ciertas concepciones internas de nuestro ser y la realidad para abrirnos a visiones distintas, y de ser posible, visiones más expansivas que nos permitan conectar con nuestra esencia más pura e integrando todo lo que somos: luz y obscuridad.
El viajar a nuestro inframundo conlleva, en el fondo, una muerte profunda del ego, del yo, de lo que creemos y sostenemos en nuestra vida, es en sí un viaje de transformación profunda.
Y una interpretación simbólica de la muerte hace referencia justo a eso, a una transformación profunda en nuestro interior, en nuestra mente, corazón y espíritu.
Tu inframundo
Descender a tu inframundo es encontrarte con lo más profundo de tu ser, no tiene que ser terrible como se relata en los mitos que te compartí, sin embargo, si puede ser doloroso, principalmente para la parte más consciente y racional de tu mente e incluso impactante para tu corazón y emociones, pues al navegar en las aguas profundas de tu interior estás abriendo portales que muchas veces han estado cerrados por años, custodiados por el miedo o vergüenza de no querer ver lo que hay detrás.
Una vez atravesado el portal a tu mundo interior profundo, tu inframundo, podrás iluminar todo lo que ahí habita, porque de eso se trata, de llevar luz donde solo hay obscuridad, e iluminando esas parte de tu ser estás dándote atención, escucha y recordando que eres una totalidad que abarca todos los tonos y matices, que abarca toda la luz y toda la obscuridad, creando así una maravillosa y, si te lo permites, deliciosa danza.
Tu inframundo es único, tu lo has decorado y pintado, en él has ocultado en las sombras a tus “monstruos y demonios” que no quieres que otros vean.
Tu inframundo también puede cambiar y transformarse a lo largo de tu vida, pues va evolucionando conforme vas reconociéndote, sosteniéndote y amándote completamente.
Te comparto que ultimamente he sentido que mi inframundo es como un gran y hermoso desierto, en donde no hay absolutamente nada más que dunas y arena, no hay nada más que yo misma, y ahí llega el reto, estar solo yo sin distracciones, sin nada en que fijar mi atención más que en mí… y así puedo entregarme a una danza sagrada con mis sombras.
¿Cómo es tu inframundo en estos momentos?
Con cariño,
Nancy ☆
🖤Si resuena en tu alma, mente y corazón realizar un viaje por tu inframundo y danzar con tus sombras será un honor hacerlo juntas, en el espacio sagrado del Jardín de Lilith nos acompañamos en tribu a iluminar nuestra obscuridad para reconocer nuestro poder y completitud. El próximo ciclo será en 2025 si te interesa formar parte envía un correo a danza@lavidaesmedicina.com
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